Como decía el otro día, tuve la fabulosa experiencia de investigar y descubrir el mundo que se guardaba bajo las teclas del (como no) teclado. Dicho viaje, no muy diferente al que logró concluir Willy Fog, me ayudó a darme cuenta y a concluir en lo siguiente. Y no hablo de otra cosa, mas que de hechos meramente comprobables.
Quiero llegar a la certeza (aunque todavia no la consigo pillar), de que las pelusas que vivían bajo mis teclas, eran realmente necesarias, y por eso estaban ahí. Creo que una cosa no podria existir sin la otra. Es como la noche sin día, o el chupachups sin palo.
Es asi, sin las pelusas mi teclado no funciona de la misma manera.
¿Qué fallará? ¿Fui demasiado bruta al limpiar? ¿Esque mi teclado esta resentido?
Todavia no he sacado nada claro sobre esto, pero posiblemente, en unos días concluyan mis observaciones y puede que haya algo cierto en esto....
CONTINUARÁ...
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